julio 06, 2012

Chitauri: Los Terribles Dioses Lagarto de la Tradición Zulú



Los Zulúes proclaman que hace muchos miles de años atrás llegaron, de más allá del cielo, una raza de gente que era como lagarto, gente que podía cambiar de forma a voluntad. Y de las personas que casaban a sus hijas con Extraterrestres, y producían una raza con poder de Reyes y Jefes de Tribu. Hay centenares de cuentos, en los cuales una hembra Lagarto asume la identidad de una princesa humana y toma su puesto, y se casa con un Príncipe Zulú.
Por toda Sudáfrica, en muchas tribus, encontrará cuentos de este fascinante ser que es capaz que cambiar de un reptiloide a un ser humano, y de reptil a cualquier otro animal que quiera. Y estas criaturas, en verdad existen.

Tienen las cabezas grandes, y una cola larga. Su altura llega a los 3 mts: es un ser muy esbelto, el cual pareciera carecer de huesos. No hay uniones en sus dedos, ya que son muy flexibles. Algunos de los Chitauri tienen 3 garras y un pulgar, mientras otros tienen hasta 6 garras, más el pulgar.

No importa donde vaya por el Sur, Este, Oeste y Centro de África, encontrará que la descripción de estas criaturas es siempre la misma. Aún entre tribus que nunca, a través de su larga historia, han tenido contacto entre sí. Así que, sí hay tales criaturas.

Esto es algo que vale la pena investigar. ¿Por qué será que en más de 500 Tribus, en las partes de África que yo he visitado en los últimos 40 ó 50 años, se describen criaturas similares?

De dónde vienen, nunca lo sabré. Pero están asociadas con ciertas estrellas en el cielo, y una de estas estrellas es un grupo grande que es parte de la Vía Láctea, que nuestra gente llama Ingiyab, que significa «La Gran Serpiente».

Y hay una estrella roja, una estrella rojiza, cerca de la punta de esta orilla de estrellas que nuestra gente llama Isone Nkanyamba. Esta estrella llamada Isone Nkanyamba es la estrella llamada Alpha Tauri en inglés.
Las Tradiciones Africanas dicen que los Chitauri retaron al mismísimo Dios a la guerra, porque querían el control completo del Universo. Y Dios —el Dios real: Gugungu, el Creador— peleó una terrible batalla contra ellos y Él los venció, los hirió... Les selló la boca para que no pudieran hablar o alimentarse nunca más, y los obligó a esconderse en Ciudades Subterráneas.

Pero se nos dice que los Chitauri se alimentan de la energía que los seres humanos les damos. Ellos nos hacen pelear entre nosotros. Cuando las grandes masas están pasando por miedo, muerte y terror. Cuando cientos y cientos de personas están enojados y temerosos, los Chitauri se alimentan de esa energía. Ellos se alimentan de lo que llamamos el Poder Oscuro, generado cuando los humanos destruyen el Planeta donde viven.

Ellos se esconden en cavidades subterráneas profundas, porque siempre están sintiendo frío. En estas cavidades, nos cuentan, hay inmensos fuegos que son mantenidos por esclavos, por humanos, como si fueran zombis esclavos. Porque, nos dicen, que después de la Gran Guerra que tuvieron con Dios, se convirtieron a fríos de sangre y no aguantan climas helados. Por eso requieren sangre humana, y necesitan que el fuego se mantenga dondequiera que estén.

Y también se dice que estos Zuswazi, estos Imbulu, o como quieran llamarlos, no son capaces de comer comida sólida. Ellos comen sangre humana, o se comen ese poder, la energía que se genera cuando seres humanos, en la superficie de la Tierra, están peleando y matándose en grandes cantidades.

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